La Virgen de los Reyes dirigirá su mirada al pueblo de Sevilla desde la Puerta de los palos de la Catedral de Sevilla cuando pasen veinte minutos de las cuatro de la tarde del 8 de diciembre. Hasta las cinco menos diez de la madrugada siguiente habrán pasado doce horas y media, tiempo estimado para que procesionen por las calles de la capital los cortejos de las ocho devociones de la Archidiócesis que participarán en la clausura del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular.
Si el tiempo acompaña, la solemnidad de la Inmaculada tendrá este año en Sevilla un sello especial, hasta el punto de que se han organizado peregrinaciones desde diversas localidades de la geografía española para no perderse un acontecimiento sin duda histórico.
La procesión de clausura del congreso (la mal llamada ‘magna’, se trata de una procesión extraordinaria) contará con un elenco de devociones que muestran la piedad popular en la Archidiócesis hispalense desde diversas sensibilidades, tradiciones y formas de entender estas manifestaciones de fe.
Cuatro imágenes de la capital –Gran Poder, Cachorro, Esperanza Macarena y Esperanza de Triana-, tres del resto de la diócesis –Consolación de Utrera, Valme de Dos Hermanas y Setefilla de Lora del Río-, junto a la patrona de Sevilla y su Archidiócesis, la Virgen de los Reyes, conforman un elenco muy representativo de la fe popular según Sevilla. El cortejo tendrá su recorrido oficial entre la puerta del León (o de la Montería) del Alcázar y el puente de Triana, con una presidencia a la altura de la plaza de toros de la Real Maestranza donde se colocará el paso de la patrona de Sevilla. Ese trayecto estará acotado con sillas al precio único de 35 euros, cuya recaudación se destinará a la obra social.
El orden de paso por la Maestranza es el siguiente: Gran Poder, a las siete y cinco de la tarde, Setefilla, Valme, Consolación, Cachorro, Esperanza de Triana y Macarena. La dolorosa de San Gil, que habrá recibido la Rosa de Oro la víspera del comienzo del congreso internacional, cerrará el tránsito de los pasos en ese punto a las nueve y cinco de la noche.
Vísperas de la procesión
Lógicamente, los traslados de los pasos a los lugares desde los que participarán en la procesión dilatará el seguimiento de los fieles y devotos varias horas antes del inicio previsto. La Esperanza de Triana será la primera hermandad en poner a su titular en la calle, el 7 de diciembre a las tres de la tarde. Una hora después saldrá el Cachorro de su basílica, y ya metidos en el día 8 lo harán la Macarena (a las doce de la noche) y el Gran Poder (a las seis y media de la mañana, llegando a la Catedral a las nueve menos cuarto).
Las imágenes marianas procedentes del resto de la provincia tendrán tres puntos de referencia después de la procesión. La Virgen de Consolación llegará a la iglesia de los Terceros, sede de la Hermandad de la Sagrada Cena; la Virgen de Valme lo hará, en su tercer caminar por las calles de Sevilla, a la iglesia colegial del Divino Salvador, y el paso con la devoción loreña, Nuestra Señora de Setefilla, regresará tras la procesión a iglesia parroquial de San Andrés